No encerrar el bien, la belleza y la verdad

Frente a la maledicencia ver el bien, la belleza y la verdad. ¿De qué hablo yo con frecuencia? ¿Qué temas me gusta sacar en las conversaciones? Hablar de las caídas de los otros, de su fealdad, de sus errores, no me hace mejor a mí. Más bien me afectan. Cuando hablo mucho de lo que está mal a mí alrededor a lo mejor es que lo necesito porque mi alma no está en paz, está envenenada, está oscura.

La maledicencia constantemente hace mal. Apetece o gusta de sacar siempre temas de conversación, escabrosos, fragilidades, vida intimas, escándalos, etc… El hablar de lo que está mal ensucia lo que sí está bien. Oculta la belleza.

¿Qué hacer?

  • Tener una mirada más transparente para ver la belleza y el bien.
  • Tener una mirada honda que aprenda a no quedarse en la superficie de las cosas.
  • Conocer lo que hay dentro de mí para apreciar la verdad y la belleza de los demás
  • Valorar lo bueno y verdadero que hay en cada persona

Frente a la Maledicencia, hay que ver el bien, la belleza y la verdad.