Internet es un don de Dios, pero también es una gran responsabilidad, afirma el Papa Francisco

Internet es un don de Dios, pero también es una gran responsabilidad.

La comunicación, sus lugares, sus instrumentos han traído consigo un alargamiento de los horizontes, un ensanche, para tantas personas.

Aprovechemos las posibilidades de encuentro y de solidaridad que ofrecen las redes sociales.

Y que la red digital no sea un lugar de alienación. Sea un lugar concreto, un lugar rico de humanidad.

Pidamos juntos para que las redes sociales no anulen la propia personalidad, sino que favorezcan la solidaridad y el respeto del otro en sus diferencias.