El inicio de la Cuaresma: Miércoles de Ceniza

*La Santa Misa en Capilla será a las 5:00 p.m.

El Miércoles de Ceniza está estrechamente unido con la idea de la penitencia, la cual ya se expresaba entre los hebreos cubriéndose la cabeza de ceniza y vistiéndose de aquel áspero paño llamado cilicio.

El primer formulario de bendición de cenizas data del siglo XI, el rito de imponer cenizas sobre la cabeza de los penitentes, gesto de gran carga simbólica se extendió por Europa rápidamente, las cenizas que provienen de la combustión de los ramos de olivo del Domingo de Ramos del año anterior, se deportaban sobre la cabeza de los varones, a las mujeres se les hacía una cruz sobre la frente.

La imposición de la ceniza es el inicio de la Cuaresma, el sacerdote traza una cruz sobre la frente de la persona al tiempo que le dice “conviértete y cree en el Evangelio”. Se practica en la Iglesia católica desde sus orígenes y recoge la tradición judía de cubrirse con cenizas para manifestar arrepentimiento.

Este gesto recuerda una antigua tradición del pueblo hebreo; cuando se sabían en pecado o cuando se querían preparar para una fiesta importante en la que debían estar purificados, se vestían con un saco de tela áspera y se cubrían de cenizas.

En el inicio del cristianismo, la ceniza se imponía especialmente a los llamados “penitentes”, pecadores que habían roto con la comunión eclesial por sus graves pecados y arrepentidos se preparaban durante la cuaresma para la reconciliación.

Para la Edad Media, el signo se extendió a todos los cristianos el Miércoles de Ceniza, el inicio de la Cuaresma, un tiempo de conversión que precede a la Semana Santa y se extiende hasta el Domingo de Ramos. La frase que acompañaba el signo de la cruz era muy elocuente “Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”, al hacer la señal de la cruz con la ceniza, nos reconocemos pequeños, pecadores y necesitados de perdón.