El arte de detenerse. Aprender a tener pausas en el día.

El arte de detenerse.

Aprender a hacer pausas en el día a día. Es una antigua y sabia costumbre hacer una pausa en medio de cualquier actividad y tiene sus grandes beneficios.

La palabra pausa en su origen griego (anapausis) remite a “reposo”, “interrupción”, “descanso”. En la antigüedad se entendía la pausa como un hacer creador, como una interrupción sanadora.

La pausa siempre debe incluir lo opuesto de lo que se hace en el trabajo.

Si hemos estado sentados frente a una computadora, la pausa no puede ser un video juego, sino ponerse en movimiento.

Si hemos estado hablando mucho, la pausa debe ser el silencio.

Si hemos estado leyendo mucho, la pausa no es leer otra cosa, sino hacer algo distinto.

Los que trabajan con un gran desgaste físico, su pausa es la quietud.

Quienes están trabajando solos, su pausa tal vez requiera el contacto con otros

Quienes trabajan con mucha gente, la pausa será de un rato de soledad reparadora.

Diversos ámbitos e instituciones empezaron han incorporado tiempos de meditación o de relajación, debido al estrés que sufren muchas personas durante todo el día.