“Uno de los orígenes de la música es el encuentro con el divino, que nos toca y, en este sentido, es el ser tocados por Dios lo que en conjunto constituye el lenguaje sublime de la música…donde realmente se da el encuentro con el Dios viviente que en Cristo viene hacia nosotros.” (Papa Emérito Benedicto XVI).
Entre otras tantas cosas, el Adviento es tiempo de música para el interior que nos acerca al tiempo fuerte de la Navidad del Señor, por ello se despierta la fe con melodías tradicionales, voces, instrumentos y villancicos clásicos y contemporáneos que ennoblecen el corazón.